Descubre la forma correcta de consumir la placenta después del parto: Guía paso a paso

como se come la placenta después del parto

El consumo de placenta después del parto ha ganado popularidad en los últimos años, generando mucha curiosidad y debate en torno a sus posibles beneficios para la salud materna. ¿Pero cómo se come realmente la placenta? A continuación, te contaré los distintos métodos utilizados.

Uno de los métodos más comunes es el encapsulamiento de la placenta. Este proceso consiste en cocinar la placenta, deshidratarla y luego molerla para formar cápsulas que se pueden ingerir fácilmente. Se cree que el consumo de estas cápsulas ayuda a equilibrar los niveles hormonales, aumentar la energía y fomentar la recuperación posparto.

Otra opción es consumir la placenta en forma de smoothies o batidos. En este método, la placenta se corta en trozos pequeños y se añade a una mezcla de frutas, verduras y líquidos. Esta preparación permite ocultar el sabor y textura de la placenta, facilitando su consumo para aquellas personas que no se sienten cómodas ingiriéndola de otras formas.

También existe la posibilidad de preparar platos cocinados con placenta. Sin embargo, esta práctica es menos frecuente debido a la reticencia que puede generar. Aquellos que optan por esta alternativa suelen incluir la placenta en recetas que involucren carne, como estofados o salteados. Se argumenta que de esta manera se aprovechan los nutrientes de la placenta de una forma más sabrosa.

Existen muchas creencias y testimonios a favor de consumir la placenta después del parto, pero es importante destacar que la comunidad científica aún no ha respaldado de forma concluyente ninguno de estos métodos. Cada persona debe investigar y tomar una decisión informada sobre si desea o no comer la placenta después del parto.

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