Los padres tienen que darse cuenta de que cuando sus hijos deciden practicar un deporte, el riesgo de lesiones aumenta enormemente. Su hijo puede hacer cualquier cosa, desde desgarrar tendones, tirar de los músculos y romper huesos mientras participa en deportes. Lo importante que hay que tener en cuenta después de una lesión es averiguar si un hueso está roto, por lo que es mejor llevar a su hijo a un centro de atención urgente lo antes posible para averiguar qué pasó. Los esguinces son muy comunes y pueden ser peores que una fractura, sin embargo; cuando su hijo tiene una fractura, es importante que no dañe sus placas de crecimiento o que sus manos, brazos, pies, etc., puedan ser más pequeños que la otra extremidad a medida que continúan creciendo. Por eso es muy importante que hable con sus hijos sobre las posibilidades de una lesión deportiva y las posibles ramificaciones.
Las lesiones deportivas pueden ocurrir por dos razones diferentes que son el trauma de algunos deportes y el uso excesivo. Las lesiones deportivas a menudo se ven traumáticas al ver a alguien caer y sostener su lesión, el aspecto de uso excesivo de las lesiones son mucho más comunes. Este tipo de lesión ocurre cuando el cuerpo sigue empujándose más allá de los límites físicos. Además, la técnica inadecuada, los errores con un entrenador, correr demasiado lejos o no calentar adecuadamente son los culpables. He aquí cinco consejos para la prevención de lesiones que pueden ayudar a su hijo a no resultar herido por una lesión deportiva .
Objetivos realistas
Los padres deben aprender que establecer metas que sean realistas es una buena idea y que su hijo puede trabajar duro para alcanzar estas metas. Los objetivos deben ser capaces de ser alcanzados y sostenidos. Si la meta es nadar más vueltas, levantar una cantidad deseada de peso o correr en cierta dirección, establezca una meta que sea posible obtener para su hijo. Pueden trabajar en la mejora gradual de los objetivos.
Plan
Los padres deben ayudar a sus hijos a hacer ejercicio regularmente antes de comenzar un nuevo regimiento. Esta es la razón por la cual deben ser atendidos por su médico de familia para hablar sobre sus opciones. También deben tomarse el tiempo para aprender las formas correctas que se requieren para su deporte o programa. Trabajar con un entrenador personal es útil y hay clases disponibles para que se inscriban. Las clases son seguras y divertidas y una buena manera de empezar una nueva actividad.
Calentamiento, enfriamiento
Dígale a sus hijos lo importante que es calentarse antes de cualquier actividad física porque la investigación indica que los músculos que se calientan y se ponen calientes son menos propensos a sufrir una tensión. Su hijo puede comenzar caminando o trotando un poco antes de empezar a hacer ejercicio y luego, cuando haya terminado, usted puede mostrarle cómo enfriar sus músculos lentamente. Aprender a ser flexible es más fácil para los niños y otra buena manera de prevenir una lesión deportiva. Pueden hacer esto estirando antes y después de su entrenamiento. Asegúrese de que el cuerpo esté caliente antes de hacer cualquier estiramiento, ya que este es el mejor momento para que se estiren.
No te des prisa
Asegúrese de enseñar a sus hijos a no empujarse demasiado rápido. Cuando una persona comienza a ponerse en forma o a aprender un nuevo deporte que le gusta, toma tiempo aprenderlo. Necesitan saber que tienen que prepararse con tiempo suficiente para poder aumentar gradualmente los niveles de entrenamiento en sus cuerpos. Esto es útil porque el cuerpo tiene tiempo para adaptarse a las nuevas tensiones en sus huesos, articulaciones y músculos. Una buena idea es que cuando empiecen a correr, aumenten su kilometraje gradualmente y se den suficiente tiempo para recuperarse y descansar entre sus entrenamientos.
Escuchar siempre lo que su cuerpo les dice
Los padres no temen decirle a sus hijos que ajusten las actividades que están haciendo si sus cuerpos comienzan a sentir demasiado estrés. Es cierto que va a haber un buen dolor asociado con la práctica de un nuevo deporte o actividad, pero el dolor nunca debe ser insoportable. Un dolor muscular de corta duración es lo que usted está buscando cuando sus hijos comienzan y completan su programa. Cualquier tipo de dolor en sus articulaciones no es bueno y su cuerpo les está diciendo que reduzcan un poco.
Los campamentos deportivos y las actividades más estructuradas se han vuelto muy populares, y a la mayoría de los niños les encanta jugar el deporte que eligen durante todo el año. Cuanto más tiempo estén en el campo, mayor será el riesgo de sufrir lesiones relacionadas con los deportes, y esto también puede incluir lesiones del LCA y del menisco en la rodilla y lesiones en los hombros y los codos. Siempre recuerde que necesita comer una dieta bien balanceada de los siete grupos de alimentos y mantener su horario de alimentación regular. Si su atleta está en un deporte que le obliga a mantener cierto peso, como la lucha libre, asegúrese de que esté siguiendo un plan de alimentación seguro, bueno y saludable.
La enfermedad por calor es muy grave para los atletas. Los días a observar son los días en que el calor y la humedad son muy altos. Los padres siempre deben asegurarse de que sus hijos tengan suficiente agua antes, durante y después del recreo. No olvide estar atento a cualquier signo de cualquier tipo de enfermedad por calor, que incluye náuseas, cansancio, vómitos, desorientación o desmayos. No haga tonterías y tome en serio cualquier tipo de enfermedad relacionada con el calor y llévelos a la sala de emergencias o a la sala de emergencias. Si esto es realmente grave, llame al 911 y la ambulancia le ayudará a evitar que se desmayen mientras se dirigen al hospital. Una vez que una persona tiene insolación, tiene problemas para tolerar el calor durante mucho tiempo o posiblemente para siempre.
Hay muchos atletas que tienen lesiones y nunca se han hecho ver o arreglar. Esto puede afectar a su hijo más tarde en la vida, a los 40 y 50 años, por lo que tiene que llevar a su hijo al médico tan pronto como sea posible. Si usted ve cualquier cambio en su hijo como cojear, favoreciendo una pierna frotándola durante su actividad, pídale a su hijo que se mantenga al margen. Si el problema no desaparece, consiga ayuda médica para su hijo antes de que vuelva a jugar en sus actividades deportivas favoritas.